De poco tiempo para acá he conocido un poco más a las personas que son muy importantes para mí, en parte lo son porque no he de ver defectos, pero siempre lo más especial en ellas y esto hace que al paso del tiempo ó a veces en un pestañeo me apegue demasiado a ellas.
Es por la razón anterior que con frecuencia suelo preguntar “¿Cómo estás realmente?” cuando regularmente seguido de un bonito “hola” decimos simplemente “¿Cómo estás?” y la respuesta a tal pregunta muchas veces no es mejor, tan sólo “bien, gracias!” aunque en realidad nos sintamos de otra forma y no exactamente bien.
Probablemente sea la empatía la que me haga tener ese especial interés y también, ser el extraño que pregunta por el sentir de las personas y se preocupa realmente por escuchar la respuesta.
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